lunes, 3 de agosto de 2015

Retrospecter... George Harrison - All Things Must Pass

Inauguramos sección en la que echaremos la vista atrás para rescatar álbumes de otros tiempos. En el ideario del rock cada uno tiene sus fetiches y siempre hay ciertos trabajos a los que uno vuelve cuando no sabe qué escuchar. Estos son los mios y ojalá ahora también empiecen a ser un poco los vuestros.

George Harrison siempre ha sido un personaje enigmático. Segundón en los Beatles, de carácter arisco e interesado por la espiritualidad, vio como alcanzaba sus picos más altos de fama tras la disolución del grupo, para después palidecer en una sucesión de desaciertos personales, artísticos y económicos. Pero es al principio de esta etapa en solitario cuando publica 'All Things Must Pass', un álbum triple en el que, salvando las Apple Jams del tercer disco, todas las canciones tienen una calidad excepcional. Rodeado de grandes músicos (Eric Clapton, Ringo Starr o Billy Preston) y un no menos habilidoso productor (Phil Spector), el de Liverpool da un golpetazo en la mesa de los grandes egos de los Fab four. Las pistas, envueltas por el misticismo del compositor, cobran otra dimensión al erigirse sobre el ostentoso muro de sonido Spector. Harrison firma unas líneas de guitarra sentidas, la sección de metales aporta empuje y los ritmos sustentan la potencia. Las letras profundizan en la transitoriedad de las cosas, la dualidad material-espiritual y el papel del amor como fuerza revolucionaria. La quietud de 'Run Off The Mill', el ímpetu pop de 'Awaiting On You All', la sombría 'Beware Of Darkness' o el claroscuro 'All Things Must Pass' son algunos ejemplos del terremoto creativo que supuso este trabajo. Lo cierto es que fue así como George inventó un estilo imitado por muchos pero logrado por muy pocos. Ni siquiera él, con su posterior trayectoria, lograría alcanzar de nuevo estas cotas compositivas.

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